sábado, 20 de marzo de 2010

Por qué no escribía (y cómo pienso cambiarlo)




te quiero sólo dos
o tres minutos
Ella que pasa, M. Benedetti
Estaba yo en plena madrugada calurosa caraqueña, y el ventilador se puso comiquita.
Así que, con insomnio del bueno, con la sensación térmica de horno a 350 F, con una nube de calima intentando penetrar en mis pulmones, y con la amenaza gubernamental de regular internet, decidí -por fin- inaugurar mi blog.
Cabe destacar que esta vez sí va en serio. Tan serio e increíble como el regreso de Popy. Pretendo superar  cuatro inconvenientes que se mencionarán a continuación:
Primero: Ya no caeré ante el absorbimiento de la cotidianidad, ante el  fantasma de "no tengo tiempo", "llego cansada del trabajo", o "estoy full preparando mi boda". Jelou, nunca voy a tener tiempo libre para escribir. Tengo que BUSCAR el tiempo, asumir el costo de oportunidad, y disfrutar en el intento.
Ahora, resueltas las cuentas con el reloj, viene el siguiente asunto, ya de carácter estructural...
Segundo: escribo de una manera burda de rara, la cual acepté.
A mí se me  prende el bombillo, me emociono, amo a una frase dos o tres minutos, y luego la dejo botada, abandonada a su suerte, apilando bytes en un documento de word, con la certeza de que puedo encontrar una mejor. Y es que confío en que siempre puede haber una más chic, más cómica, más sublime. Más, más, más a la n. 
Entonces... No me conduzco por el hilo conductor, sino que tecleo un bojote de frases, hago unas permutaciones y vemos qué pasa.  A veces funciona, pero la mayoría no. Y luego se quedan ahí, metiendo el paro en "Mis Documentos".   Gracias a ello cuento  con un montón de retazos de lo que ¨puede ser¨,  que ante mi comportamiento sistemático  se convierten en "pudo haber sido". 
Tercero: Necesito fluidez en mi escritura. ¿Les ha pasado algo que se podría definir como "estreñimiento literario"? (perdonen lo escatológico de la metáfora, pero juro que es necesaria).Cuesta demasiado sacar las ideas hiladas.  Salen de a poquito y con mucho esfuerzo. ¿Será falta de práctica o falta de paciencia? Ya lo descubriremos por aquí...
Cuarto: Hay un problema de públicos encontrados. Sinceramente: yo pienso demasiado en la audiencia. Y aquí me podrían leer mis amigos intensos, mi jefe  y mi abuela. ¿Para quién escribo? ¿Es válido escribir para un lector ideal?   Rebanar el discurso es muy difícil con tu blog.  Ni modo, aquí estoy yo, en todas mis facetas. Versión 360, pues.
 No sé si eso es bueno o es malo. Pero allá vamos.

En fin, ya basta de rodeos. A ver qué letras sembramos por el mundo 2.0.
Abierto, pues. Güelcome. Atención las 24 horas.
Como diría Alí Khan: ¡Partiiiida!







1 comentario:

Nadia Goncalves dijo...

Bello, te espero ver por estos lares. Love you, Nadia

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